Convencer con tu marca inmobiliaria

Muchas veces, una marca es todo lo que necesita un cliente para tomar una decisión. Si tú representas a una marca conocida por el público consumidor, no dudes en explicar al cliente todas las ventajas y beneficios que traerá la marca que te respalda. Las sabes, ¿no?
Si estás en una empresa con mala fama… por supuesto no hables de ella y, si tienes la ocasión, te recomiendo que busques otra empresa con una marca positiva, una marca que coincida con tus valores y profesionalidad.
Si tu marca personal es poderosa, si has logrado desarrollar una buena reputación como asesor inmobiliario, te felicito. La marca de la agencia para la que trabajes puede pasar a un segundo plano si pones el foco en tu experiencia profesional y tu propuesta de valor como agente.
A menudo me he encontrado con agencias inmobiliarias que no saben explicar al cliente qué servicios ofrecen y cuál es el valor que aportan. Por supuesto, los agentes que trabajan para estas empresas tampoco saben explicar a sus clientes cómo será su actuación, incurriendo normalmente en promesas falsas que acaban perjudicando notablemente la marca personal del asesor y la de la propia agencia.
Una vez tengas claro el valor que aportas, toca diferenciarse de la competencia. ¿Sabes por qué? Porque ellos intentarán vender prácticamente lo mismo. Tus promesas y las de tus competidores serán muy parecidas. ¿Qué beneficios tendrá el cliente si trabaja contigo? ¿Qué problemas solucionas mejor que nadie? ¿Qué necesidades satisfaces de un modo único?
Lo primero y más importante, antes de presumir de tus cualidades y capacidades, es saber qué necesita tu cliente, qué expectativas tiene, si conoce los procedimientos de una operación inmobiliaria, si ha tenido otras experiencias con otras agencias, etc…
En base a esta información, deberás valorar honestamente si puedes satisfacer sus intereses y determinar si puedes seguir adelante con tu relación con el cliente.